Esta es la sencilla historia de una familia de inmigrantes como tantas otras que llegaron a la República Argentina con sueños y la esperanza de forjar un futuro próspero y diferente al vivían en aquellas tierras europeas que habían sido devastadas por una guerra cruel…
Mis abuelos Oreste Valentini, su esposa Natalia Ceccoli y sus cuatro hijos partieron de la República de San Marino. En el puerto de Génova, embarcaron en el buque Assimina en Marzo de 1924 y llegaron a tierras argentinas en Abril de ese mismo año.
Podemos observar en el pasaporte una fotografía de toda la familia y en la página posterior, los datos de cada miembro del grupo familiar.
Luego de alojarse por unos días en el Hotel de Inmigrantes, se dirigieron hacia una ciudad de la provincia de Buenos Aires : Pergamino, donde se establecieron finalmente.
Pero… quizá nos preguntamos: ¿ Por qué Argentina? ¿ Por qué Pergamino? Según el relato de mi papá, mis abuelos tomaron este rumbo porque mantenían correspondencia con familiares ya instalados en Pergamino y se requería de mano de obra para las actividades agrícolas. Pergamino es una de las ciudades de la Argentina que se caracteriza por la riqueza de su suelo para la agricultura. Entonces era “un buen lugar en el mundo” para comenzar una nueva y mejor vida, lejos de su patria.
La familia sanmarinense estaba establecida en el país en forma definitiva y en el año 1926 nace el primer hijo argentino – mi padre-.
Como la mayoría de los inmigrantes, toda la familia se dedicó a las tareas agrícolas : sembrado y cosecha de los cultivos ( trigo y maíz). Además del cuidado de los animales de granja que formaban parte de la alimentación cotidiana. Los niños concurrían a la escuela y luego colaboraban en las actividades agropecuarias.
Mi abuela falleció. Y mi abuelo se casó nuevamente y tuvo cuatro hijos más. O sea , que se formó una gran familia.
Los hijos crecieron y tomaron su propio rumbo : algunos se establecieron en la gran ciudad – Buenos Aires- y otros en las localidades de Bella Vista y Tortuguitas en la provincia de Buenos Aires. Mi abuelo se volvió a casar y con sus hijos menores se instaló en una quinta en esa zona. En esa “ zona de quintas” convivían familias sanmarinenses, algunas emparentadas con la mía.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, Europa quedó devastada. Entonces, muchos sanmarinenses –que tenían familia en Argentina- decidieron emigrar a estas tierras, escapando del hambre y la destrucción en que se encontraban. En nuestra familia, vinieron primos Valentini, pero luego de radicarse un tiempo, volvieron a su país de origen.En el año 1950, por primera vez, mi abuelo volvió a su San Marino natal. Visitó a sus parientes y regresó con la Sra Lina Ugolini, quien se había casado por poder con el Sr. Antonio Frisoni. Y aquí, es el punto de partida de una amistad que perdura en el tiempo, con la familia Frisoni. Pues, a través de este lazo y del casamiento de una prima de mi padre con el hermano del Sr Frisoni, las familias tomaron contacto en Argentina y comenzaron a frecuentarse.
Muchos años han pasado desde la llegada de mis abuelos a estas tierras. Y hoy, a todos los que estamos aquí presentes, nos ha quedado una herencia más valiosa que bienes materiales, los recuerdos de aquellos inmigrantes luchadores y tenaces, que algún día emprendieron la aventura de radicarse en una tierra lejana y extraña a sus afectos y costumbres. Actualmente, experimentamos el proceso inverso, quizá muchos de nuestros hijos deciden establecerse en la patria de sus abuelos para comenzar una nueva vida y seguramente experimentarán los mismos sentimientos que nuestros antepasados. Es también por esto, que uno de los objetivos de nuestra Asociación es reunirnos y estar en contacto con estos hermosos y emotivos recuerdos que forman parte del ser de cada uno de nosotros y se refleja en los actos de nuestra vida. Además de brindar la oportunidad a los jóvenes de la Asociación de realizar intercambios culturales con otros jóvenes de familias sanmarinenses a nivel nacional e internacional para que ellos también lleven siempre en su corazón el recuerdo del origen de sus antepasados.
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